Tercera Vía

Por Ernesto Rivera Rodríguez.

Como el Jano griego, las facetas de Yoshio Ávila son múltiples y variadas, de acuerdo a sus propios intereses, cuyo ego es difícil de satisfacer, elemento del cual se quejan sus allegados como lo es su irascible personalidad que cambia más rápido y veloz que un manotazo gatuno.

Su ambición por hacerse de un espacio en las ligas que ostentan el poder lo han llevado a acercarse a los más innombrables tenedores del poder de cuantos partidos políticos y puertas han sido necesarios para tomarse la foto, la selfie, con tal de aparecer en las redes sociales, hoy convertidas equívocamente como la ruta, el camino para acercarse a la ciudadanía. Graso error.

El oportunismo de Yoshio Ávila ayer priista se corrió hacia la banda morenista sin presencia alguna en la militancia lopezobradorista, dada su voluptuosidad al no alcanzar en el 2021 su ambición de ser candidato a la alcaldía de Acapulco da el bandazo en contra de la candidata de Morena Abelina López Rodríguez y corre hacia el tricolor en firme apoyo a Ricardo Taja, amenazando en ese momento que "toda su estructura se iría con él".

Se trató de un mero berrinche porqué No encontró el "hueso que anhelaba". Y como este caso, su rancio priismo no lo deja, no le permite actuar con honestidad. Ahora con un liderazgo cuestionado y muy limitado Yoshio apuesta a dos rutas con la misma moneda, con un pie en apoyo a Claudia Sheinbaum y con el otro pie en apoyo a Adán Augusto López.

En sus redes sociales, se dice amigo íntimo del secretario de Turismo federal Miguel Torruco Marques, el diputado federal y promotor de la candidatura se Claudia Sheinbaum, Miguel Torruco Garza, y por otro lado se maneja como miembro del equipo del subsecretario de Gobernación federal, el morelense Rabindranath Salazar Solorio.

Quién le puede creer y comprarlo su ambición de ser, según él, el coordinador estatal en Guerrero del proyecto de Adán Augusto López, por la candidatura de Morena a la presidencia de la República. Quién se dejará engañar?.